Una mirada al panorama actual de este flagelo que avanza a la par de la tecnología.
Cuando de ciberdelincuentes y delitos informáticos se trata, el común de la gente piensa en personajes siniestros escondidos detrás de un computador, obsesionados con tratar de vulnerar las plataformas de gobiernos y de las grandes organizaciones. En la práctica, sin embargo, la realidad es bastante distinta.
"El término hacker es a menudo malinterpretado: uno es el concepto técnico y otro el utilizado popularmente. Técnicamente quienes reciben esta denominación son expertos en determinados temas de la seguridad informática, capaces de vulnerar, para bien o para mal, cualquier elemento tecnológico", explica Raphael Labaca Castro, coordinador del Laboratorio de Investigación de Eset Latinoamérica.
"En los medios masivos emplean el término hacker para referirse a quien roba a través de una computadora; esta persona no es otra cosa que un ladrón, un ciberdelincuente", agrega Labaca Castro.
De la misma manera, cuando se habla de ciberguerra es porque la infraestructura crítica de un país se puede ver afectada por medio de elementos tecnológicos. Un ejemplo de esto fue el poderoso gusano informático "Stuxnet" diseñado para sabotear plantas nucleares e industriales de algunos países de Oriente Medio y Asia.
Sin embargo, en Colombia el término parece aún bastante lejano porque sencillamente en el país los servicios básicos no podrían ser interrumpidos a causa de un virus.
Estas precisiones son importantes al momento de identificar cuál es en realidad el panorama de delitos informáticos en Colombia y quiénes son los responsables de esta actividad delictiva. Especialmente cuando, solamente el año pasado, la ciberdelincuencia le costó a los colombianos cerca de 10 mil millones de pesos, según cifras del Reporte de Cibercrimen 2012 de Norton .
Andrés Velásquez, presidente y fundador de la compañía de ciberseguridad Matttica, explica que hay dos tipos de ciberdelincuentes a distinguir: aquellos que saben cómo utilizar la tecnología para cometer un delito y quienes no son expertos, pero conocen las vulnerabilidades en las plataformas corporativas y las aprovechan para obtener un beneficio.
En el segundo grupo se encuentran los llamados "insiders", que generalmente son empleados que roban, borran o dañan información sensible de la empresa. Un ejemplo puede ser el ejecutivo que se va a trabajar a otra empresa y sustrae en una memoria USB bases datos de clientes o información confidencial de la organización para la cual trabajaba con el fin de utilizarla en su beneficio.
Ahora bien, aunque los hackers tal como los muestran los medios de comunicación solo existan en Hollywood y la ciberguerra sea un tema restringido a las potencias mundiales, en el país, los delitos informáticos son una realidad. Dentro de los que más aquejan a la población colombiana están: suplantación de identidad, difamación por Internet, fraude cibernético, denegación de servicio, fuga de información, phishing, divulgación indebida de contenido, pornografía infantil, uso de software espía, violación de derechos de autor, piratería en Internet, entre otros
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